LA IMPORTANCIA DE LAS RUTINAS EN NIÑOS CON DISCAPACIDAD. APRENDE A ESTABLECER RUTINAS EN 7 PASOS.
Tener un hijo con discapacidad altera por completo la convivencia familiar, es un hecho. Los ritmos son distintos para cualquier acción cotidiana, por pequeña que sea, y ese desajuste puede llegar a convertirse en un elemento de estrés familiar muy importante, sobre todo cuando los niños son muy pequeñitos.
Mi hijo, de gran rigidez mental, lleva muy mal las esperas, la incertidumbre. Necesita una gratificación inmediata: “lo que quiere, lo quiere ya”, y si no, se vuelve irritable, grita, se enfada….a lo que se suma la carencia de lenguaje verbal, que lo frustra más aún. Y a nosotros se nos vuelve casi imposible manejarle en esa situación, que muchas veces no comprendemos.
Gracias a los profesionales que trabajan con él, hemos ido consiguiendo con tiempo y mucho trabajo, establecer una serie de rutinas que le han facilitado tener un cierto control de las situaciones y anticipar conductas, lo que le ha generado tranquilidad, seguridad y ha disminuido su irritabilidad enormemente.
Para conseguir establecerlas hemos tenido que estructurar toda la dinámica familiar. Os sintetizo los pasos que hemos seguido por si os resulta de utilidad:
- Se acabaron las prisas. Respetamos el ritmo del niño. No hay más.
- Anticipar conductas. Para ello nos hemos apoyado en sistemas de comunicación alternativos, primero con Pictogramas, PECs y actualmente con el sistema SAGO (sistema aumentativo gestual y oral). Comenzamos con acciones más generales, y posteriormente seguimos con un nivel mayor de concreción. Un ejemplo: “Primero ponemos la mesa, luego comemos y luego dormimos la siesta”.
- Controlar el ambiente. Facilitarle la vida, ni más ni menos. Perchas a su altura, un lugar fijo de trabajo, utensilios a su alcance, señalizar las diversas estancias de la casa…
- Repetir las acciones una y otra vez. Un niño con discapacidad debe esforzarse cien veces más para establecer la conexión causa –efecto. Repitamos hasta la consolidación.
- Modelar la acción. Enseñarle realizándola nosotros, e ir retirando apoyos hasta que la realice sólo. Como ejemplo el lavar los dientes, dejar que sea el que se meta el cepillo, luego que intente poner la pasta…
- Participar en las rutinas domésticas: poner la mesa, quitarla, tirar el pañal a la basura…
- Refuerzo positivo SIEMPRE. Cualquier esfuerzo ha de premiarse, sin excepción. Cada pequeño logro. El reconocimiento cala en la autoestima y el autoconcepto de estos niños como en cualquier otro.
No es literatura psicológica, es mi realidad. Y mi hijo, con una discapacidad intelectual severa, lo está consiguiendo. Y es una delicia verle compartir las tareas y ser autónomo, todo gracias a la rutina.
¿Quieres intentarlo? ¿Cuál ha sido tu experiencia?
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cuestion de madres dice
se lo voy a pasar a una mamá del cole que tiene un hijo con una pequeña discapacidad y hay veces que se siente desbordada.. seguro que le ayuda mucho
marigem dice
Hola. Yo directamente no lo he vivido pero conozco un caso de una niña que ha pasado por dos etapas, la etapa en que los papás estaban desesperados y la niña era poco más que un ser inerte y la etapa en la que los padres reaccionaron, buscaron ayuda y establecieron rutinas. Por lo que sé fue algo similar a lo que explicas, repetir y repetir, no tener prisa y refuerzo positivo. La mejoría fue increíble, la he visto montando en bici en un parque infantil de tráfico de la ciudad, tiene autonimía y sé que si los padres hubiesen seguido como antes la niña estaría en la cama o en una silla y muerta en vida.
Qué valor tenéis los padres de niños con necesidades especiales. Un beso y ánimo.
Vanesa Pérez Padilla dice
Cuestión de madres (no sé cuál de las dos): gracias y gracias….Desde mi experiencia di leque a mí me ha cambiado la vida. Si su hijo está poco afectado entonces será mucho más fácil conseguir los pequeños logros. Sólo que a veces estamos como dices desbordados y no sabemos por donde tirar. Para eso estamos muchas veces otros papás, para apoyarnos entre nosotros, que no es poco. Un besito
Vanesa Pérez Padilla dice
Gema, muchas gracias. Es como lo dices, los padres tenemos que superar el momento de schock inicial, encontrar un punto de inflexión y a partir de ahí buscar soluciones. De ahí depende el futuro de nuestros niños, y ahí lo has visto de primera mano. Un beso