Me voy poniendo al corriente de todo lo que ha pasado estas semanas tan intensas, sobretodo en la semana 35 que vinieron cambios radicales.
El bebé
Sigue creciendo, moviéndose mucho. Esta semana no lo hemos visto de nuevo en ultrasonido, pero se hace notar con esos cambios de posición tipo alien que todas las embarazadas conocemos jaja.
Mi hija me ayuda a ponerme la crema en la panza todas las noches y al hacerlo dice que se la está poniendo al “hermanito bebé”, en ese momento el pequeño se mueve muchísimo, como si existiera un tipo de complicidad con su hermana, porque cuando yo hago lo mismo en las mañanas no hace gran fiesta. Es algo muy lindo.
La mamá
Esta semana pasé una crisis laboral de la que me informaron en fin de semana ( a quién se le ocurre? jaja), decidí no preocuparme por ello y esperar a ver qué me decían el lunes. Admito que estaba nerviosa porque el trabajo de años se podría ver perjudicado, pero saben qué pasó? Nada. El problema no era directamente conmigo y todo quedó en santa paz. Una prueba más de que preocuparse con antelación no vale la pena, esta vez lo dejé fluir y salió maravilloso.
He continuado con las terapias y esta vez me pidieron que hiciera una lista con todos los logros que he tenido en la vida. Suena fácil, pero es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer. ¿La conclusión y recomendación? Que no reconozco suficiente mis logros, así que ahora me verán por mis redes sociales anunciando casi todo lo que me pase, no por presumir, sino por tener una muestra tangible de que las cosas buenas pasan y vale la pena compartirlas.
Para empezar a compartir, les pongo mi gran logro de 35 semanas:
Entrevistas para el CENDI
Desde noviembre empezó la odisea para encontrar guardería para Emma, una en la que no tuviera que pagar y que fuera subsidiada por mi trabajo. Sólo hay 6 en toda la ciudad y claro, hay listas de espera hasta de un año. Mi apuro porque Emma entre a la guardería es que el próximo ciclo entra a primero de kinder y en el caso de estas instituciones del ISSSTE (CENDI y estancias) cuentan con el servicio de jardín de niños.
En fin, en enero llamé a uno de los CENDIS y me dieron luz verde para empezar la documentación. Es poco decir que te piden hasta las perlas de la virgen jaja, porque tardé dos semanas en reunir los papeles, análisis, constancias, etc., pero por fin me agendaron para las entrevistas con el médico, la trabajadora social y la psicóloga.
Cosas curiosas de las entrevistas:
- Me preguntaron por qué no había ido su papá, cuando les dije que no vivía en la ciudad, dieron por hecho que estábamos separados y que no se hacía cargo de la niña jaja.
- Aclaro el pasado punto, se sorprendieron de que mi hija fuera tan sociable a pesar de su “inestable dinámica familiar” ouch! se siente feo que lo etiqueten a uno de esa manera.
- Me dijeron que Emma no había dejado el pañal porque yo no se lo había querido quitar todavía. Tienen razón, pero oigan, no me digan tantas cosas en un día jaja.
- Me entregaron una lista kilométrica de material para entregar a la brevedad. ¿Resultado? Embarazada corriendo por todas las tiendas de la ciudad y desvelo anotando su nombre hasta al papel de baño con plumón permanente.
Mi hija empezó a asistir al CENDI, no lloró, se está adaptando muy bien, pero no dejo de preocuparme por todos los cambios tan radicales que ha tenido los últimos meses: nos mudamos, vivimos temporalmente con mis padres, viene su hermanito, entró a una guardería privada, ahora cambio a otra… ella se adapta fácilmente, creo que me está costando más trabajo a mí que a ella.
Y esto es todo lo que ha pasado esta semana, ya nos falta muy poco. Me gustaría leer tu opinión en los comentarios.
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