-“Yo nunca voy a dormir con mis hijos”- fue una de las cosas que más veces repetí durante mi juventud, embarazo e incluso mis primeros meses como madre.
Había crecido con la idea de que sacar a los pequeños de la cama después sería imposible, que el colecho era algo de “hippies” y que incluso era muy peligroso por el riesgo de aplastamiento, sí, quedé traumada después de leer la historia de la Biblia donde la mujer mató a su bebé porque lo aplastó mientras dormían.
Mi primera hija durmió todas las noches en su moisés durante los primeros seis meses de vida. Lloraba cada media hora y yo me despertaba, la arrullaba y la volvía a poner en su lugar. Fueron noches agotadoras e interminables, la verdad no sé como sobreviví y todavía manejaba sola en carretera ida y vuelta a diario. Creo que mi convicción de que los niños debían dormir aparte era mayor a mi cansancio materno, todavía, porque esa convicción duró muy poco después de que mi niña dejó de caber en el moisés y debíamos pasarla a su cuna.
Era invierno y hacía frío. Argumenté que me daba un poco de lástima que la bebé durmiera sola en su cuarto, en su cuna con este frío, así que dormiría con nosotros en lo que cambiaba el clima. Y así empezamos a colechar. La verdad que al principio me daba pena, pero luego me di cuenta que la mayoría de las mamás a mi alrededor lo practicaban o practicaron alguna vez y todos sus hijos parecían buenas personas, así que lo acepté y empecé a disfrutarlo.
Dormir con mi hija cerca me encanta, aunque no tan cerca porque me da mucho calor jeje y ahora que nació mi hijo decidimos que dormiría en una cuna colecho para tenerlo cerca pero a su vez aparte porque con dos adultos y una hermana que tira patadas voladoras en la noche sí era peligroso. Pero como los planes nunca salen como uno los piensa, el bebé duerme a ratos en la cunita, a ratos en nuestra cama y somos felices.
Así que si tu eres de las mamás que dices o decías que jamás dormirías con tus hijos te invito a ser fiel a tus convicciones y si al final, por azares del destino terminas haciendo colecho y disfrutándolo como yo, no sientas pena ni culpa, habemos millones de madres en el mundo que lo hacemos, porque también tiene sus ventajas y si tomamos todas las medidas de seguridad, no será peligroso para nadie.
¡Ah! y para los que dicen que los niños jamás se salen de la cama, algunas amigas que tienen hijos mayores me dicen que llega el momento en que solitos quieren su espacio y han notado menos problemas con el cambio a dormir solos en su cuarto que con sus hijos que nunca han hecho colecho.
Por supuesto que extraño una cama para mí sola, pero cuando no duerma con mis pequeños creo que los voy a extrañar aún más.
¿Tú también decías que jamás dormirías con tus hijos? Cuéntame tu historia en los comentarios.
Foto: Sonya Green
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Viviana #SoyMamá Blog dice
Y de verdad, uno le termina gustando demasiado! Las mías ya abandonaron el lecho maternal, pero cuando regresan ocasionalmente, lo disfrutamos!! Claro, ahora el padre se tiene que retirar de la cama, si no, no cabemos todos!
Claudia Cuevas dice
El calor es el peor enemigo del colecho jeje pero aún así es más rico tenerlo en cama, bueno, tenerlos jaja. Necesitamos camas enooormes.
Barbara dice
Yo tmb decia lo mismo! y mi hija se despertaba a veces 1, a veces 3 veces, decidi hacer colecho! , aunque las levantadas era lo mismo pues cuando deje de amamantar seguia pidiendo leche y nos teniamos q levantar ?
Alma Rosa Calderón Herrera dice
Imagina acá aunque es un lugar fresco Angel y yo somos como pequeños boilercitos, pobre de Marco jajajaj me encanta el colecho y Angel de vez en vez se va a su cama o regresa a la nuestra, al parecer esta etapa ya va pasando pero él sabe que cuando quiera tiene nuestra cama abierta
Mi Rol de Madre dice
Yo al principio y por el cansancio de la maternidad me rehusaba a colechar. Hoy 5 años y 3 hijos después lo practicamos cuando se da y puedo decir que mis hijos duermen mejor (nosotros no tanto jeje) pero el saber que no va a durar mucho hace que lo disfrutemos más.
Besos!
Erika Lerma dice
Yo también era de las que decía que mis hijos dormirían en su propia cama, sin embargo, por varios factores, terminamos durmiendo juntos y la verdad disfrutándolo mucho. Nosotros colechamos con la cuna junto a la cama y te puedo decir que aunque le gusta estar abrazado a nosotros, el solo se pasa a su cuna cuando quiere quedarse dormido. Saludos 🙂
Aubanel Jazmín dice
Exactamente, yo también decía que nunca dormiría con mis hijos, y lo sigo haciendo. 🙂 Me encanta.
Paola dice
Todas decimos eso hasta que nos convertimos en madre jaja…nosotros dejamos de usar cobijas desde hace dos años y medios y así nadie suda y lo disfrutamos.
Marcela dice
Me encanto tu blog!! Me siento completamente identificada. Saludos desde Chile
Clarisa Pereira dice
Una vez le pregunté a mi papá cómo lo sacaba al mayor de la cama, justo que el menor estaba por nacer. Y muy sabiamente me contestó, ‘¿alguna vez viste a un adulto dormir con sus padres?’
Yo dormí con ellos y con mis hermanos hasta los 12 años y no pasó nada. Hay que relajarse y disfrutar porque al final todo dura un suspiro.
MIPEQUEÑO. dice
Bien es cierto que casi siempre decimos que no vamos a dormir con los peques y al final terminamos picando. Sin embargo, es importante que poco a poco vayan aprendiendo la importancia de dormir solos, sin nadie. Para ello, una buena cuna o cama con algún artículo de vigilancia es estupendo para controlar a nuestro pequeño. Estas alternativas son ideales.