Ésta es una de las preguntas que más me han hecho en redes sociales y es que ahora con el aumento del acceso a la información, muchas mamás vivimos pensando en si mi hijo se está desarrollando bien, si somos buenas mamás, que debemos o no debemos hacer y así un sin fin de cosas.
Primero, me gustaría felicitarte porque estás buscando lo mejor para tu hijo y se nota que te preocupas por él, segundo me gustaría recordarte que la mayoría de los niños presenta algún pequeño retraso en alguna de las áreas del desarrollo durante toda su vida y no significa que va a presentar algún trastorno o discapacidad.
Ahora si la pregunta “Mi hijo se está desarrollando bien?” ronda tu mente varias veces al día, lo mejor es llevar a cabo una valoración.
El primer paso que tienes que hacer, es llevarlo a tu médico familiar o pediatra. Durante el primer año, la revisión es mensual y después puede ser bimestral o semestral, ellos realizan algunas valoraciones y seguramente se darán cuenta si hay un problema o retraso en su desarrollo físico.
Si crees que el problema va más por el lado del lenguaje y la socialización, puedes revisar las tablas de desarrollo esperado para la edad de tu hijo o algunos de los manuales de la UNICEF ,la Organización Panamericana de la Salud o la Guía Portage.
Para saber si mi hijo se está desarrollando bien, algunos signos de alarma, brindados por la Red Cenit son:
Si a los 2 meses…
- Presenta un llanto raro (por ejemplo, un llanto muy agudo y corto)
- Presenta un llanto excesivo e irritabilidad persistente.
- No responde a los ruidos fuertes.
- No se calma con la voz de la madre.
- No sigue con la vista a las cosas que se mueven.
- Presenta desviación permanente o intermitente de uno o ambos ojos.
- Presenta movimientos oculares anómalos, sin dirección y sin ritmo.
- No sonríe.
- Escasa reacción ante caras o voces familiares.
- No fija la mirada en la persona que le mira de cerca.
- No mueve la cabeza hacia el lado.
- No se lleva las manos a la boca.
- No puede sostener la cabeza en alto cuando empuja el cuerpo hacia arriba estando boca abajo.
- Mantiene las manos cerradas de forma permanente con dedo pulgar incluido en una o ambas manos.
Si a los 4 meses…
- Duerme mucho y no reclama atención.
- No sigue con la mirada las cosas que se mueven.
- No le sonríe a las personas que tiene delante.
- No mantiene firme la cabeza cuando lo sientan.
- No realiza arrullos o gorjeos.
- No se lleva las cosas a la boca.
- No empuja con los pies cuando le apoyan sobre una superficie dura.
- Tiene dificultad para mover uno o los dos ojos en todas las direcciones.
Si a los 6 meses…
- No trata de agarrar cosas que están a su alcance.
- No demuestra afecto por quienes le cuidan.
- No se da la vuelta cuando lo llaman suavemente.
- No reacciona ante los sonidos de alrededor.
- No se ríe ni hace sonidos de placer.
- No presenta vocalizaciones recíprocas.
- No produce sonidos vocales (“a”, “e”, “o”) ni balbucea.
- Tiene dificultad para llevarse cosas a la boca.
- No rueda en ninguna dirección para darse vuelta.
- Se ve rígido y tenso con los músculos.
- Se ve sin fuerza como blandito.
Si a los 9 meses…
- No se sostiene en las piernas con apoyo.
- No se sienta solo.
- No aparece el balbuceo (“mama”, “baba”, “papa”) o imitación vocálica.
- Deja de balbucear (un niño con discapacidad auditiva puede balbucear a la misma edad que cualquier niño, sin embargo, al no oírse, pierde el interés en el juego vocal y deja de hacerlo)
- Se muestra aislado del ambiente, se impresiona diferente a otros bebés.
- No presta atención a canciones o cuentos.
- No responde a sonidos familiares (teléfono, timbre, etc.)
- No comprende palabras simples (no, agua, mamá, etc.)
- No vocaliza en respuesta a lo que se habla.
- No juega a nada que sea por turnos como “me toca a mí, te toca a ti”
- No responde cuando le llaman por su nombre.
- No parece reconocer a las personas conocidas.
- No mira hacia donde usted señala.
- No pasa juguetes de una mano a la otra.
Si al año…
- No gatea.
- No puede permanecer de pie con ayuda.
- No busca objetos que ha visto esconder.
- No dice palabras sencillas como “mamá” o “papá”.
- No aprende a usar gestos sencillos (saludar con la mano, decir “no” con la cabeza)
- Presenta de forma frecuente o intermitente bizqueo de uno o ambos ojos.
- Se lleva libros u objetos muy cerca de los ojos.
- Pierde habilidades que había adquirido.
Si a los 18 meses…
- No camina solo.
- Se muestra más rígido.
- No sabe para qué sirven las cosas familiares.
- No copia lo que hacen las demás persona.
- No señala cosas para mostrárselas a otras personas.
- No utiliza palabras aisladas para comunicarse.
- Utiliza gestos en lugar de palabras para comunicarse.
- No comprende órdenes sencillas de una etapa.
- Presenta falta de interés por el entorno y por las personas que lo cuidan. No se da cuenta ni parece importarle si la persona que le cuida se va a o regresa.
- Juego estereotipado, ausencia de juego imaginativo.
- Pierde habilidades que había adquirido.
Así que si quieres saber si mi hijo se está desarrollando bien, recuerda acudir a un especialista en desarrollo infantil.
Cuéntanos en los comentarios tus dudas y sugerencias.
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ec dice
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En caso de problemas de voz o comunicación, los niños pueden usar laringófonos para comunicarse hasta recuperar el habla, facilitando su interacción y expresión durante el proceso de recuperación.